Asaf

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Introducción

Preguntas para el grupo:
¿Qué significa vivir de manera recta?
¿Ustedes viven de manera recta? ¿Cómo?
¿Porqué lo hacen?

Ejemplos para seguir introduciendo al tema:

1. Si uno hace meses que está ahorrando para comprarse EL celular, y es algo que le está costando trabajo y paciencia; y de repente viene un compañero de trabajo (o de estudios) y te muestra el mismo celular y te dice que lo consiguió a mitad de precio porque se lo compró a uno que consigue aparatos robados.
¿Qué sentimientos te produce esta situación?

2. En un examen varios de tus compañeros se empiezan a copiar porque el profesor es muy distraído. Vos decidís no hacerlo y completar el examen con aquello que estudiaste.
Cuando entregan las notas, quienes se copiaron obtuvieron un 9 y vos un 6.
¿Qué sentimientos te produce?

Una situación parecida vivió Asaf, director de uno de los coros del templo en la época de David.
(Recordemos que para que una persona ocupe esta posición debía llevar una vida lo más impecable e irreprochable posible).

Tarea en Grupos

1. Dividirse en grupos y leer el Salmo 73, indicando:
a. Cuál era el problema.
b. Cómo lo afectó.
c. Cómo lo superó.
2. Puesta en común.

Desarrollo

Asaf era un tipo que vivía de manera recta. Creía en Dios. Pero se encuentra en un momento de su vida en el cual no soporta ver que le vaya, aparentemente, tan bien a quienes no tenían ningún reparo en Dios, ni en lo que este esperaba de sus vidas.

Asaf pasa por 3 momentos:
1. Un momento de tentación.
Pero con algo importante para destacar: aunque iba a “discutir” con Dios, sabía que El era bueno para con los limpios de corazón (v. 1). Estaba seguro de esto (buscar los otros ejemplos en Matthew Henry).
Pero aún así se siente defraudado, creyendo que Dios se portaba mejor con quienes no eran rectos.
Indignado le dice “¿De qué me sirve mantener mi corazón limpio, y mis manos lavadas en la inocencia?” (v. 13).
Esta percepción que tenía de la realidad lo había llevado al desánimo, pero también produjeron amargura y un profundo dolor (v. 14).

2. Un momento en el que sale de esta tentación y comienza a vislumbrar la respuesta a sus preguntas.
Reacciona a tiempo y busca entrar en la presencia de Dios nuevamente (v. 17). Y fue en esa calma y comunión con Dios donde entendió que esta felicidad que tanto envidiaba, esta prosperidad que no encontraba en su vida pero sí en la de los demás, era pasajera; y que así como los había alcanzado, en el momento de estar cara a cara con el Señor se esfumaría (v. 18 – 20).

3. Un tercer momento en el que logra sacar provecho de la situación vivida (toda experiencia y prueba con el Señor debe estar acompañada de un aprendizaje. El cristiano no puede mantenerse siempre en el mismo lugar, sino que debe crecer en el conocimiento de la persona de Dios y su relación personal con El).

Aprendió a pensar humildemente de sí mismo y esto lo llevó a confiar en la soberanía de Dios (v. 21 y 22).
Comprendió su dependencia de la gracia de Dios, entendiendo que no había caído simplemente porque Dios lo había tomado de la mano (v. 23).
Se animó a esperar que el mismo Dios que le había preservado de caer en este momento de crisis, también le preservaría en el momento final; dándole un lugar de honor por haber vivido de acuerdo a lo que Dios le pidió (v. 24).
Se sintió animado de mantener una comunión más estrecha con Dios (v. 25 y 26). Encontró descanso en El.
Entendió que el final de los impíos era muy diferente a la vida opulenta que estaban llevando.

Cierre

Algo parecido pasa en nuestra sociedad, donde generalmente el que vive por “izquierda” es el más vivo y tiene sus recompensas y beneficios. Y el que vive de manera recta es un gil.
No vemos justicia, no vemos vidas honestas, honradas. Es la ley del menor esfuerzo y a veces nos hacen cuestionarnos si realmente vale la pena vivir una vida honrada y justa.
Pero no debemos dejar que esto que vemos ahora (aparentemente eterno), nos hagan perder la visión de cómo son las cosas realmente, y cómo serán en el futuro.
El Señor es fiel, aún cuando nosotros no lo somos.

A veces las bendiciones van a venir en forma material (un buen trabajo, un buen auto, buena ropa, poder viajar, conocer gente nueva…), y en otras oportunidades será la posibilidad de vivir en paz, ajustados, pero sabiendo que Dios no es deudor de nadie y siempre provee; y con la convicción de saber que en el momento de la verdad, del todo o nada, nosotros ya gozamos “del todo”, porque tenemos la seguridad de que vamos a vivir con el Señor por la eternidad.

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